La mayoría de las notaciones musicales conocidas tuvieron su origen en las letras de los diferentes alfabetos y en los acentos gramaticales, a los que se concedió una función musical.
A partir del siglo X surge la notación diastemática - en la que ya se precisa mejor la altura relativa de cada nota - y a principios del XI se introducen las líneas. A cada una de estas líneas correspondía una nota determinada.
La notación actual se remonta al siglo XVII. Guido de Arezzo es considerado su fundador, ya que introdujo el uso de cuatro paralelas para distintos colores que formaban el pautado musical. Ideó también un sistema para recordar la entonación de los grados de la escala. Se sirvió de ello de las sílabas iniciales de los primeros versos de un himno dedicado a San Juan Bautista, denominado 'Ut queant laxix':
UT queant laxix
REsonare fibris
MIre gestorum
FAmuli toutum
SOLve polluti
LAbili reatum
Sancte Ioanes.
En 1693 el DO, empleado para la primera nota musical sustituyó a la antigua UT, poco práctica para el solfeo.
lunes, 17 de noviembre de 2008
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