domingo, 19 de octubre de 2008

Rutina de ejercicios en la oficina

Rutina de ejercicios en la oficina




El intenso ritmo de vida a que está sometido cualquier persona, limita la posibilidad de ejercitarse. De no hacerlo, el precio puede ser aumento de peso y estrés, incremento de colesterol y reducida capacidad pulmonar, entre otras consecuencias. No deje pasar más tiempo y haga ejercicio en su propia oficina.


1 . Ejercicios:




Sentado pasa la mayor parte del tiempo cualquier persona, así sea en el auto, comedor, frente a la computadora o en la oficina. Sin embargo, es en este recinto laboral donde se tiene la posibilidad de ejercitarse en un espacio limitado y sin levantarse de la silla de trabajo, se puede lograr hacer algo de ejercicio.



Ejercicios:



1. Separe un poco la silla del escritorio y sentado, con los pies apoyados sobre el piso, dóblese hacia adelante pegando el abdomen a los muslos, manteniendo esta posición durante 30 segundos. Repítalo entre 3 y 5 veces diarias, y cada vez que lo haga logrará relajar todos los músculos de la espalda.



2. Sujétese fuertemente al borde del escritorio y sepárese de éste lo más que pueda; en la medida en que vaya estirando los brazos, pegue la barbilla al pecho e incline el cuerpo hacia delante flexionando las caderas. Poco a poco irá sintiendo como se extienden los músculos de hombros, espalda y brazos, en un ejercicio que debe realizar de 3 a 5 veces por día.



3. Parado o sentado, lleve los hombros hacia delante y luego hacia atrás formando círculos; intente hacer los mismo con los brazos estirados hacia arriba o a los lados. Este ejercicio puede hacerse cuantas veces se desee, pues ayuda a aliviar la tensión acumulada.


4. Erguida la espalda sobre la silla, sujétese a una de las coderas o un lado del asiento y gírela en esa misma dirección, de manera que pecho y ombligo estén dirigidos hacia ese lado. Mantenga esa posición por 30 segundos y cambie de lado. Si lo realiza tres veces al día será de mucho beneficio.




5. Sentado sobre la silla, flexione el tronco hacia la derecha, doblando la cintura hacia ese lado, al tiempo que se baja el hombro respectivo (con el brazo pegado al tronco), en una posición similar a la de recoger algo que se hubiese caído. Manténgase así por 30 segundos y cambie de lado; hágalos tres veces diariamente.



6. Delante del pecho junte las palmas de las manos, y presione lo más que aguante durante 15 segundos. Este ejercicio reducirá la tensión de brazos y manos, pudiendo estar parado o sentado.



7. Siéntese sobre el borde de la silla, sin recargarse en el respaldo, y apoye los pies al piso, de manera que se forme un ángulo de 90° entre la parte posterior de muslos y pantorrillas. Levántese con las piernas separadas (a la altura de los hombros) y los brazos extendidos por delante del cuerpo. Haga el movimiento como si fuera a sentarse, pero apenas tocando el asiento con los glúteos, y vuelva a levantarse. Repita la acción siete veces; fortalecerá los músculos del estómago y piernas.



8. Sentado y con las manos apoyadas sobre el asiento, levante las rodillas por encima del nivel de las caderas, sosteniendo la posición durante 15 segundos, repitiendo tres veces al día.



9. Igualmente sentado y con los pies apoyados sobre el piso, junte las rodillas y contraiga los músculos de la parte interna de los muslos (aductores) durante 15 segundos; repita tres veces diariamente.



10. Para fortalecer el cuello, mire al frente y lleve la oreja derecha hacia el hombro de ese lado, manteniendo este estiramiento al menos durante cinco segundos; repita la operación con el costado opuesto. Nuevamente, con la cabeza erguida, déjela caer hacia delante, manteniéndose así durante cinco segundos. Vuelva a levantar la cabeza y ahora gírela al lado derecho, buscando tocar con la barbilla el hombro de ese lado, manténgase así por cinco segundos y cambie de costado.

Caminar puede complementar las actividades anteriores, de forma que siempre que pueda hágalo, aunque sea alrededor del escritorio. De igual forma evite en los posible el elevador, y suba y baje escaleras como una recomendación médica, pensando en que así estimulará su circulación sanguínea y aumentará su capacidad pulmonar. Piense en su salud.



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