Desprendimiento de retina
El desprendimiento de retina afecta a una de cada 10.000 personas por año. Se trata de un problema visual grave que puede ocurrir a cualquier edad, aunque normalmente suele darse en individuos de edad media o en personas de la tercera edad. Suele ser más frecuente en personas que son miopes o en aquellos que han tenido anteriormente algún trastorno en retina. Un golpe fuerte puede causar el desprendimiento de retina. Con menor frecuencia, se relaciona con enfermedades de tipo hereditario, así puede presentarse incluso en niños. El tratamiento no debe demorarse ya que puede acabar en deterioro o pérdida irreversible de la visión.
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1 . Sintomas
2 . Tratamiento
La retina es un tejido delgado y transparente formado por una serie de fibras y células fotosensibles. Recubre la capa interna del ojo, de la misma manera que el papel de una habitación recubre las paredes. La función de la retina es parecida a la realizada por una película fotográfica: la luz pasa a través de la córnea y del cristalino y se focaliza sobre la retina. La luz estimula las células de la retina que son responsables de “capturar la imagen” y transmitirla al cerebro a través del nervio óptico.
Sintomas
-Destellos de luz brillante, especialmente en la visión periférica
-Manchas traslúcidas de formas variadas (flotantes) en el ojo
-Visión borrosa
-Sombras o ceguera en una parte del campo visual de un ojo
Tratamiento
El tratamiento preventivo o profiláctico está dirigido al control de todas aquellas lesiones o desgarros que puedan desembocar en un desprendimiento de retina. De entre los posibles tratamientos preventivos destacamos la crioterapia y la fotocoagulación con láser.
La fotocoagulación consiste en dar una serie de impactos con láser en todas las lesiones que puedan predisponer un desprendimiento de retina. El láser sellará la retina en aquellas zonas en dónde se encuentra debilitada creando una fuerte adherencia entre las capas retinianas. Es un proceso indoloro y se realiza a través de la pupila.
La crioterapia también tiene por finalidad sellar las lesiones existentes pero se realiza mediante la aplicación de una sonda de frío en la pared externa del globo ocular.
Sin embargo en algunas ocasiones el desprendimiento de retina ya se ha producido y debemos recurrir a un tratamiento curativo. La cirugía escleral o clásica consiste en la colocación de unos explantes (materiales adheridos a la parte externa del globo ocular) con el fin de producir una indentación de la pared del globo ocular hacia dentro. De esta forma se acerca dicha pared a la retina desprendida facilitando el taponamiento de los desgarros retinianos y la adherencia de la retina a la pared del ojo. Normalmente se suele combinar con láser.
La vitrectomía es otro tipo de tratamiento curativo indicado principalmente para aquellos casos en los que el desprendimiento de retina viene como consecuencia de una tracción del vítreo. Se eliminará y vaciará el humor vítreo, causante de la lesión y será sustituido mediante inyección de un sustitutivo, haciendo penetrar en el interior del ojo sustancias como aire o gases expansivos o aceites de silicona, para presionar la retina y adherirla adecuadamente. De forma previa se han tratado las lesiones o desgarros con láser.
Por último, también podemos utilizar la inyección de gas pero sin necesidad de eliminar el vítreo. En este caso se introduce una burbuja de gas que presionará la retina afectada y facilitará su adherencia. Posteriormente también se completará con crioterapia o láser.
El desprendimiento de retina afecta a una de cada 10.000 personas por año. Se trata de un problema visual grave que puede ocurrir a cualquier edad, aunque normalmente suele darse en individuos de edad media o en personas de la tercera edad. Suele ser más frecuente en personas que son miopes o en aquellos que han tenido anteriormente algún trastorno en retina. Un golpe fuerte puede causar el desprendimiento de retina. Con menor frecuencia, se relaciona con enfermedades de tipo hereditario, así puede presentarse incluso en niños. El tratamiento no debe demorarse ya que puede acabar en deterioro o pérdida irreversible de la visión.
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2 . Tratamiento
La retina es un tejido delgado y transparente formado por una serie de fibras y células fotosensibles. Recubre la capa interna del ojo, de la misma manera que el papel de una habitación recubre las paredes. La función de la retina es parecida a la realizada por una película fotográfica: la luz pasa a través de la córnea y del cristalino y se focaliza sobre la retina. La luz estimula las células de la retina que son responsables de “capturar la imagen” y transmitirla al cerebro a través del nervio óptico.
Sintomas
-Destellos de luz brillante, especialmente en la visión periférica
-Manchas traslúcidas de formas variadas (flotantes) en el ojo
-Visión borrosa
-Sombras o ceguera en una parte del campo visual de un ojo
Tratamiento
El tratamiento preventivo o profiláctico está dirigido al control de todas aquellas lesiones o desgarros que puedan desembocar en un desprendimiento de retina. De entre los posibles tratamientos preventivos destacamos la crioterapia y la fotocoagulación con láser.
La fotocoagulación consiste en dar una serie de impactos con láser en todas las lesiones que puedan predisponer un desprendimiento de retina. El láser sellará la retina en aquellas zonas en dónde se encuentra debilitada creando una fuerte adherencia entre las capas retinianas. Es un proceso indoloro y se realiza a través de la pupila.
La crioterapia también tiene por finalidad sellar las lesiones existentes pero se realiza mediante la aplicación de una sonda de frío en la pared externa del globo ocular.
Sin embargo en algunas ocasiones el desprendimiento de retina ya se ha producido y debemos recurrir a un tratamiento curativo. La cirugía escleral o clásica consiste en la colocación de unos explantes (materiales adheridos a la parte externa del globo ocular) con el fin de producir una indentación de la pared del globo ocular hacia dentro. De esta forma se acerca dicha pared a la retina desprendida facilitando el taponamiento de los desgarros retinianos y la adherencia de la retina a la pared del ojo. Normalmente se suele combinar con láser.
La vitrectomía es otro tipo de tratamiento curativo indicado principalmente para aquellos casos en los que el desprendimiento de retina viene como consecuencia de una tracción del vítreo. Se eliminará y vaciará el humor vítreo, causante de la lesión y será sustituido mediante inyección de un sustitutivo, haciendo penetrar en el interior del ojo sustancias como aire o gases expansivos o aceites de silicona, para presionar la retina y adherirla adecuadamente. De forma previa se han tratado las lesiones o desgarros con láser.
Por último, también podemos utilizar la inyección de gas pero sin necesidad de eliminar el vítreo. En este caso se introduce una burbuja de gas que presionará la retina afectada y facilitará su adherencia. Posteriormente también se completará con crioterapia o láser.
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