domingo, 19 de octubre de 2008

Niños diabeticos

Niños diabeticos




La diabetes es una enfermedad del sistema endocrino, de origen genético, que puede manifestarse de dos formas diferentes. La Diabetes Mellitus -también denominada "Diabetes Tipo I" y conocida como "insulino-dependiente"- aparece con mayor frecuencia en la infancia o adolescencia, pero puede ser diagnosticada hasta los 30 años. En este caso, el problema es causado por una insuficiente producción de insulina, lo que provoca una defectuosa utilización de los hidratos de carbono por el organismo.


1 . Convivir con ella




La insulina es una hormona segregada por el páncreas, que mantiene constante el nivel de glucosa en sangre, regulando así el metabolismo de los hidratos de carbono. Un descenso en su producción provoca la acumulación de glucosa en la sangre y aumenta su concentración en la orina: esto es lo que se denomina una hiperglucemia que, además de generar la producción de gran cantidad de orina, puede presentar síntomas de visión borrosa, fatiga y náuseas.



Un tratamiento inadecuado de la hiperglucemia durante un período prolongado de tiempo puede originar problemas serios al organismo: complicaciones vasculares que pueden provocar una ateroesclerosis, alteraciones en la retina (retinopatía), enfermedad del riñón (nefropatía), distorsiones de la sensibilidad en alguna parte del cuerpo (mononeuropatías), especialmente en las extremidades (polineuropatías), úlceras en los pies, problemas articulares y riesgos altos de infecciones.


De allí la necesidad, en estos pacientes, de recurrir a la aplicación artificial de insulina durante toda la vida. Aplicación que debe tener la cantidad exacta que necesita el organismo, el que a su vez presenta alteraciones en esta necesidad (por los ritmos de actividad física, por ejemplo). De modo que la dosis de insulina se mueve dentro de unos delgados límites que van de la hiper a la hipoglucemia, ésta última tanto o más preocupante que la primera por la rapidez con que puede causar daños en el organismo.




Compréndase ahora la importancia de que los niños reconozcan los síntomas de un ataque de hipoglucemia mientras éste está ocurriendo, que sepan qué hacer inmediatamente, y otras cuestiones de importancia vital para ellos.



Convivir con ella



Para los niños, como bien puede suponerse, haber nacido "insulino-dependientes" no es algo con lo que sea fácil convivir. Por ello, desde temprana edad, aprenden a inyectarse el dedo y el brazo, para poder hacerse controles periódicos de glucemia y suministrarse solos la insulina.



Es importante que además de practicar los controles de glucemia y la aplicación de insulina, participen de charlas con nutricionistas, profesores de educación física, psicólogos, podólogos y otros profesionales quienes, cada uno desde su disciplina, contribuyen a que los niños estén cada vez mejor informados para poder controlar su enfermedad.



Durante la convivencia deben tener la posibilidad de expresar y compartir con los demás algunos de los problemas con los que se encuentran a diario. Los más niños lo hacen a través de dibujos y otras técnicas de expresión plástica tanto en sus hogares como en su s colegios.

Seguramente, el simple hecho de expresar, compartir y crear sea para estos niños una ocasión más para demostrar que una persona puede convivir con ésta u otras patologías sin por ello sentirse impedido de desarrollarse plenamente, en lo individual y en lo social.

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