sábado, 14 de febrero de 2009

México perdió y no soy catastrofista

Escrito por: Enrique Campos Suárez

Aposté a favor del triunfo de Estados Unidos frente a México en el fútbol y le gané a Marta Guzmán unos tacos de canasta. No significa que sea un antipatriota, mal mexicano que se atreve a no apoyar a la selección nacional. No implica que me haya inscrito en la lista de los catastrofistas. Sencillamente, me fui a las estadísticas y a las probabilidades y me di cuenta que las posibilidades del equipo tricolor eran muy bajas. ¿Qué ganaríamos con pensar que la selección atraviesa, solamente, por un catarrito futbolero y que en cualquier día se le pasa y le gana a quien se le ponga enfrente? Alguien me diría que no hay que atemorizar a la afición y que hay que ser agradecidos con todo lo que nos ha dado el fútbol. Y yo respondería que eso no resuelve la falta de goles nacionales. Bien, pues en la economía es lo mismo. Debo decir que son un convencido del efecto que producen las expectativas: si creemos que algo va a ir bien, tiene más posibilidades de ir, así, bien. Y por el contrario, si creemos que las cosas van a salir mal, seguro que no nos daremos cuenta de que haremos lo posible para que salgan mal. Sin embargo, me parece que hoy los pronósticos negativos no son catastrofistas, son realistas. Me parece que el gobierno federal tuvo esta semana dos reacciones muy diferentes: una buena y una mala. La buena, fue el anuncio de que absorbería la tercera parte del pago de los trabajadores que tengan que parar sus actividades industriales por falta de ventas en ciertas empresas muy afectadas por la crisis. La mala, fue la reacción exagerada en contra de los pronósticos de Carlos Slim. Independientemente de creerlos exagerados o no, la descalificación nunca debe ser herramienta en el debate.

No hay comentarios: