El Nobel sigue sin creerle al PRI
Escrito por: Carlos Loret de Mola
En 1990, el escritor Mario Vargas Llosa provocó la molestia del gobierno mexicano al describir al régimen priista como una “dictadura perfecta”. Lo hizo en agosto de ese año en un encuentro organizado por la revista Vuelta y su director Octavio Paz, quien dos meses después recibiría la noticia de que se le había concedido el Nobel de Literatura.
Paz dijo que era un régimen de partido único, no una dictadura, mientras que Enrique Krauze medió y propuso el término “dictablanda”. Carlos Salinas, poco después, cuando le preguntaron sobre el tema, dijo irónico: “Vargas Llosa es un gran novelista”.
Esta mañana, se anunció que el escritor peruano español es el Nobel de Literatura 2010.
El 24 de septiembre pasado, con motivo de su visita a México para recibir el doctorado honoris causa de la UNAM, Vargas Llosa nos concedió una entrevista en la que dijo esperar que “los mexicanos no permitan que resucite el PRI” de aquellos tiempos y su régimen “sutil” que ejercía “el control absoluto”.
Frente al dato de que el PRI encabeza por ahora las encuestas para el 2012 y se presenta como un partido renovado, señaló: “Yo no le creo mucho”.
Pero concedió: “Aun en el caso que no deseo para México (de que gane en 2012), ya no será el mismo PRI”.
La ironía de Salinas al describirlo como “un gran novelista” pareció tener respuesta en la argumentación de la Academia Sueca para otorgarle el premio: por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
Escrito por: Carlos Loret de Mola
En 1990, el escritor Mario Vargas Llosa provocó la molestia del gobierno mexicano al describir al régimen priista como una “dictadura perfecta”. Lo hizo en agosto de ese año en un encuentro organizado por la revista Vuelta y su director Octavio Paz, quien dos meses después recibiría la noticia de que se le había concedido el Nobel de Literatura.
Paz dijo que era un régimen de partido único, no una dictadura, mientras que Enrique Krauze medió y propuso el término “dictablanda”. Carlos Salinas, poco después, cuando le preguntaron sobre el tema, dijo irónico: “Vargas Llosa es un gran novelista”.
Esta mañana, se anunció que el escritor peruano español es el Nobel de Literatura 2010.
El 24 de septiembre pasado, con motivo de su visita a México para recibir el doctorado honoris causa de la UNAM, Vargas Llosa nos concedió una entrevista en la que dijo esperar que “los mexicanos no permitan que resucite el PRI” de aquellos tiempos y su régimen “sutil” que ejercía “el control absoluto”.
Frente al dato de que el PRI encabeza por ahora las encuestas para el 2012 y se presenta como un partido renovado, señaló: “Yo no le creo mucho”.
Pero concedió: “Aun en el caso que no deseo para México (de que gane en 2012), ya no será el mismo PRI”.
La ironía de Salinas al describirlo como “un gran novelista” pareció tener respuesta en la argumentación de la Academia Sueca para otorgarle el premio: por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.
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